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LESIONES CEREBRALES

En el mundo, los accidentes de tránsito, deportivos o laborales son la causa más frecuente de traumatismo de cráneo. Si no se tratan pueden ocasionar alteraciones neurológicas y afectar las actividades diarias.

Un traumatismo craneal es una lesión física que se produce en el tejido cerebral y que altera de forma temporal o permanente la función del cerebro. Puede ser cerrado (implica un fuerte impacto en la cabeza, pero sin romper el cráneo) o abierto/penetrante (el objeto rompe el cráneo e ingresa al cerebro).

En la actualidad, la lesión cerebral traumática y el accidente cerebrovascular (ACV) son las principales causas de daño cerebral. Cada año, cerca de dos millones de personas en los Estados Unidos sufren lesiones cerebrales, constituyendo la principal causa de muerte y de discapacidad entre la población general.

Asimismo, un estudio realizado por investigadores del “Hospital General de Agudos J.A. Fernández. Cerviño” (Argentina) y el “Hospital Universitario Virgen del Rocío” (España), asegura que la incidencia de traumatismo craneoencefálico en Argentina es elevada, pero con una proporción de lesiones moderadas y graves y tasa de mortalidad inferior a otro tipo de lesiones. El mismo estudio aseguró que los accidentes de tráfico continúan son la primera causa y afectan mayormente a la población joven masculina, mientras las caídas de altura y atropellos afectan más a la población mayor de 40 años y de sexo femenino.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de traumatismo craneal en el mundo?:  Accidentes laborales, deportivos o de tránsito; Caídas; Agresiones físicas.

Al sufrir un traumatismo de cráneo, la mayoría de los pacientes pierde el conocimiento. Esto puede durar segundos o minutos. Cuando las lesiones son menores, pueden sufrir únicamente confusión o amnesia. Otras personas pueden presentar convulsiones durante la primera hora o día.

Luego de los primeros síntomas, el paciente puede mostrar normalidad o, por el contrario, perder la conciencia. Este estado va desde la leve confusión, hasta el coma. La duración de la pérdida de conciencia es proporcional a la gravedad de la lesión.

¿Cómo se clasifica el traumatismo de cráneo según su gravedad?

En el examen inicial se suele emplear la Escala del Coma de Glasgow, un sistema de puntuación rápido que se basa en evaluar la apertura de los ojos y la respuesta verbal y motora.

· 14 a 15 puntos indican un traumatismo craneoencefálico leve y con potencial mejor recuperación, ya que el paciente responde espontáneamente a las órdenes que se le dan durante la evaluación

· 9 a 13 puntos representan un traumatismo craneoencefálico moderado

· 3 a 8 puntos corresponden a un traumatismo craneoencefálico grave y potencialmente mortal, sobre todo si ninguna de las pupilas responde a la luz

¿Cuáles son las consecuencias a corto y largo plazo?

En principio, un traumatismo craneal puede ocasionar hematomas que originan dolores de cabeza crecientes, mareos, disminución del nivel de conciencia y déficits neurológicos. El aumento de la presión en el cráneo también puede generar hipertensión, bracardia (descenso de la frecuencia cardíaca normal) o depresión respiratoria.  En caso de que haya fractura del cráneo puede haber pérdida del líquido cefalorraquídeo por la nariz o el oído, así como pérdida del sentido del olfato y el oído.

Según la Dra. Mariana Cannellotto, directora médica de BioBarica, a largo plazo puede presentarse lo que se conoce como Síndrome Post-Contusional (PCS por sus siglas en inglés). Sus síntomas son: cefaleas persistentes, vértigo, cansancio, dificultad para concentrarse, amnesia, depresión, ansiedad, pérdida del sentido del olfato, audición, o vista, trastornos del sueño y cambios en el comportamiento. En algunos casos se producen alteraciones motoras como espasmos y convulsiones tardías (meses o años después de la lesión). Estos síntomas son evidencia de cierta discapacidad, ya que es notorio que el paciente presente dificultades para relacionarse social y laboralmente.

¿Cómo se trata el traumatismo craneal?

Para las lesiones leves, como las causadas por caídas o golpes, se recomienda seguir las indicaciones del médico y si aparece un nuevo signo de alarma acudir nuevamente al especialista.

En el caso de las lesiones moderadas y graves es necesario que haya atención médica para optimizar la ventilación, oxigenación y perfusión cerebral y tratar las complicaciones (como posibles convulsiones o hematomas).

Si persisten las alteraciones neurológicas (pérdida de la memoria, deficiencia en las funciones cognitivas, orientación temporo-espacial, etc.), se aconseja dar inicio a una rehabilitación que sea llevada a cabo por un equipo multidisciplinario que combine la fisioterapia, la terapia ocupacional, cognitiva y psicológica (en casos en los que el paciente presente depresión, ansiedad o cambios de conducta).

De no tratarse el traumatismo craneal leve o moderado, se puede producir un Síndrome Post-Concusional, así como las alteraciones neurológicas antes mencionadas, que a su vez pueden afectar las actividades cotidianas del paciente.

La Terapia en Cámara Hiperbárica como complemento

Un estudio realizado entre 2008 y 2012 por la Unidad de Investigación del Centro Médico Assaf-Harofeh (Israel) probó la efectividad de la terapia de oxígeno hiperbárico (TOHB) para mejorar la calidad de vida en pacientes que presentaron lesiones cerebrales traumáticas y que sufrieron alteraciones neurocognitivas crónicas.

Los resultados también establecieron que el tratamiento en cámara hiperbárica puede ser eficaz para las alteraciones neurológicas y puede ayudar a disminuir o incluso revertir los trastornos asociados a las enfermedades neurodegenerativas (como espasmos, temblores rigidez, pérdida de la memoria, limitación del movimiento, etcétera).

El tratamiento de oxigenación hiperbárica es beneficioso para los pacientes que sufren lesiones en el cerebro porque: Mejora la función cognitiva; Disminuye el estrés postraumático; Atenúa la pérdida de la memoria; Mejora la funcionalidad neuronal significativamente, incluso años después de haber sufrido el traumatismo cerebral.

La Terapia de Oxígeno Hiperbárico es un método no invasivo que consiste en suministrar altas concentraciones de oxígeno en una cámara hiperbárica. El paciente ingresa a la cámara que está presurizada a un mínimo de 1.4 atmósferas ATM y a través de una máscara respira oxígeno cercano al 100%. Este oxígeno se transporta a la sangre y logra alcanzar incluso a los tejidos afectados. Cómo consecuencia se acelera la recuperación de distintas patologías que transcurren con inflamación y dolor, mejorando la calidad de vida de muchas personas.

Asesoró: Dra. Mariana Cannellotto- Directora Médica de BioBarica. (MN 108482)

Más información: www.biobarica.com