ENTREVISTA AL PTE. DE SAEM

– ¿Por qué un profesional debe concurrir a este congreso?
– La idea es que el endocrinólogo es uno, sea bioquímico o médico. Este concepto viene de la propia historia de la endocrinología, donde se mezcló el laboratorio con la cama del paciente o el consultorio.
Sin los progresos de la bioquímica o sin los hallazgos clínicos, hubiera sido imposible el desarrollo de la endocrinología. En la actualidad es una de las especialidades que más se nutre del aporte de distintas áreas, no digo especialidades, sino de otras profesiones, como son la bioquímica, la biología, la genética y por supuesto la clínica.
En síntesis, la convocatoria es para todos los endocrinólogos o los profesionales que estén interesados en la endocrinología, desde el área clínica o del laboratorio y no quiero restringirme a los bioquímicos, porque como se sabe en nuestro país en el laboratorio trabajan, también, químicos y biólogos. Para todos ellos, éste es el evento más importante que se realiza en Buenos Aires a lo largo de un período de dos años.
– Hay una alternancia con los encuentros que se organizan en el interior…
– Debemos recordar que en nuestro país existe la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM) que es la que yo presido y existe una Federación Argentina de Endocrinología y Metabolismo (FASEN) que nuclea muchas sociedades, la cual se ocupa de organizar congresos en el interior del país con la misma convocatoria, jerarquía y al mismo nivel científico en los años pares. Si mantenemos la media de crecimiento, creemos que en esta ocasión tendremos entre mil doscientos y mil trescientos participantes. Entonces, nosotros a través de SAEM organizamos cada dos años, lo que consideramos el “evento madre” que intentamos tenga la máxima jerarquía y amplitud en cuanto a los temas y las problemáticas que vamos a tratar.
– ¿Cómo encaran el programa científico?
– No estamos restringidos a un área en especial de la endocrinología, sino que tratamos de ser amplios, abarcando todos los temas que puedan preocupar al endocrinólogo, ya sea médico, bioquímico e inclusive al investigador básico, al cual tratamos de darle un lugar. Recordemos que en nuestro país existe una escuela importantísima de investigación básica en endocrinología desde la época del doctor Bernardo Houssay.
Nuestra sociedad es una de las pocas que habiendo sido creada como sociedad científica médica, cuenta con una excelente participación de los bioquímicos y muchos de ellos han ocupado cargos de jerarquía. Por ello, entonces, se arma un programa científico de altísima calidad y exigencia. Invitamos a colegas del exterior que nos puedan brindar sus conocimientos y experiencias. Esto resulta fundamental, especialmente para los endocrinólogos jóvenes que no tienen acceso a conocer y escuchar en forma directa a grandes personalidades de la endocrinología mundial porque no han tenido oportunidades de viajar al exterior y aún a muchos de nosotros que viajamos a congresos en el exterior, pero que abarcan áreas de trabajo en particular, entonces podemos escucharlos juntos, acá en nuestra casa, a lo largo de tres días.
– ¿Cuál es el aporte de los invitados extranjeros?
– Siguiendo esquemas clásicos, los invitados extranjeros participan de tres tipos de actividades, una conferencia plenaria, donde luego de 45, 50 minutos de exposición se abre un tiempo de preguntas donde se puede interactuar con la pregunta individual. La segunda actividad es la participación de estos invitados en simposios, junto a dos colegas argentinos tratando temas que sean semejantes en la problemática de una glándula o de una patología. También en esta ocasión el disertante tiene 15, 20 minutos para su exposición y luego se abre un período para preguntas. Finalmente, lo que denominamos el “encuentro con el experto” donde en un lapso de una hora tenemos al profesional con un tema específico con la posibilidad de hacer una exposición para abrir la problemática del tema y plantear los interrogantes actuales del mismo. En general en ese momento las preguntas de los colegas son fundamentalmente prácticas, tal es así que algunos colegas acostumbran a traer casos clínicos y así se abre un momento muy fructífero de intercambio de ideas.
– Han habido profundos cambios en la Endocrinología…
– La medicina, y la Endocrinología en particular, avanzó paso a paso a lo largo de décadas, sin embargo han habido transformaciones muy grandes en los últimos tiempos. La endocrinología actual no tiene nada que ver con la que yo estudié. Alguien que se recibió hace 30 años y no se actualizó, hoy no podría opinar de nada. No sólo en la parte terapéutica, en la parte clínica y fundamentalmente en el diagnóstico. La biología molecular nos abrió la mente y nos enseñó a cambiar la clínica. Cambiamos los dogmas. Pensábamos que la clínica del paciente era lo único que podría a marcar el diagnostico final de una enfermedad. Hoy en día hemos aprendido a realizar asociaciones de patologías gracias a la biología molecular. Los más viejos tuvimos que aprender nuevas nomenclaturas, un diccionario nuevo, porque es otra medicina que la que estudiamos. Este congreso es parte de un proceso, es una ventana actualizada, les ofreceremos todo lo nuevo que existe en endocrinología.
– Tengo entendido que habrá charlas con la comunidad.
– La SAEM tiene una finalidad científica, pero nosotros como profesionales de la salud tenemos una obligación para la salud pública. La mañana del último día del congreso se la dedicaremos a la comunidad, en charlas abiertas con temas que pueden resultar de interés: Menopausia y Andropausia, Tiroideopatías, Obesidad y Dislipemias y Disrruptores Endócrinos. Estas charlas son para que un profesional de primer nivel haga una exposición sobre el tema y luego el público pueda hacer sus preguntas. Esto lo hacemos porque lo sentimos como una obligación para la salud pública.